Llega el verano y las largas exposiciones al sol en playa y piscinas están a la vuelta de la esquina. A todos nos encanta lucir ese favorecedor tono dorado que nos proporciona el sol cuando llega el buen tiempo.

Sin embargo, son cada vez más las noticias y estudios que nos intentan concienciar de los riesgos, cada vez mayores, que entraña la exposición prolongada y sin la adecuada protección a la exposición solar y su relación directa con los procesos de envejecimiento cutáneo (denominado por los dermatólogos Fotoenvejecimiento)

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Cuando hablamos de envejecimiento cutáneo nos estamos refiriendo a dos tipos:

El envejecimiento intrínseco: es de origen genético. Se trata de un fenómeno natural que afecta todos los órganos, consiste en los cambios fisiológicos e histológicos que ocurren en la piel. Desde el punto de vista clínico afecta a las capas profundas de la piel que envejece envejecimiento las fibras elásticas y colágenas.

El envejecimiento extrínseco: conjunto de factores que aceleran el envejecimiento natural como los rayos UV, carencias hormonales, el tabaco, alimentación inadecuada entre otros.

 

Nuestro experto, el Dr. Miguel Sánchez Viera, director del IDEI comenta en el reportaje de la Revista MarieClaire

“Estamos asistiendo a un crecimiento exponencial del cáncer de piel”. “Cada año que pasa aumenta aproximadamente un diez por ciento, lo que supone que desde 2010 el crecimiento ha sido de casi un cuarenta por ciento. Lo más alarmante es que en la gran mayoría de los casos se puede prevenir”, afirma el experto.

Y es que la continua exposición al sol sin la protección adecuada es el principal causante del cáncer de piel, tanto melanoma como no melanoma, algo que también sucede con el envejecimiento prematuro de la dermis. Los radicales libres, provocados por los rayos ultravioleta, son los responsables de que suframos oxidación celular, lo que provoca la aparición de arrugas, manchas y deshidratación, así como pérdida de luminosidad y firmeza. Todo ello aporta a la piel de nuestro rostro y nuestro cuerpo un aspecto envejecido, haciendo que se aparente más edad de la que se tiene realmente.

 

Fotografia Pinterest

Fotografia Pinterest

 

La radiación ultravioleta produce fibras de colágeno rotas, es la temida elastosis producida por una excesiva exposición a la radiación solar.

Más del 80% de nuestro envejecimiento cutáneo es producido por un exceso de radiación solar. Nuestra piel solo envejecería un 20% si no abusáramos del sol.

Los cambios visibles del fotoenvejecimiento en la piel son, entre otros:

  • Engrosamiento de la piel.
  • Aparición de arrugas.
  • Cambios en la coloración y manchas tipo melasma.
  • Pigmentación irregular en forma moteada.
  • Léntigos.
  • Telangiectasias y púrpuras.
  • Queratosis actínicas.
  • Y puede desembocar incluso en carcinoma basocelular y escamocelular y melanoma.

 

Tres Recomendaciones para prevenir el fortoenvejecimiento

 

La primera y más importante es reducir el tiempo de exposición solar y por supuesto siempre con protección. La gama de protectores solares de nueva generación es una garantía de protección. Entre los más novedosos destacamos:

La segunda, el uso de productos como la axtasantina, principio activo que previene y retrasa los efectos adversos del fotoenvejecimiento y la agresividad de los cánceres de piel producidos por la Radiación Ultravioleta tipo A (RUVA). Se recomienda 1 dosis diaria 2 o 3 meses antes de iniciar la exposición solar intensa

Uso de fotoprotectores solares de nueva generación:

 

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La tercera, basada en la Protección de nuestra piel con tratamientos dirigidos al rejuvenecimiento facial

Entre ellos, el Dr. Sánchez Viera, dermatólogo y Director del IDEI nos recomienda darse una sesión de un tratamiento de bioestimulación con principios activos como el ácido hialurónico, la hidroxiapatita cálcica y oligoelementos. Con este proceso, se aportan las vitaminas y oligoelementos necesarios para pasar los meses de verano mediante infiltraciones en el rostro, en el cuello, en el escote y en las manos.

Sus efectos sobre nuestra piel

  1. Aumento de colágeno:el cual protege e hidrata la dermis.
  2. Extra de vitaminas:de esta manera se protege la piel de las radiaciones solares.
  3. Extra de antioxidantes:aportan luminosidad y brillo al rostro.

 

La recomendación final del Dr. Sánchez Viera es la siguiente: “Si los pacientes tomaran las medidas preventivas necesarias y acudieran periódicamente al dermatólogo para una revisión, se detectaría precozmente un posible caso de cáncer de piel, y podríamos tratarlo correctamente desde el primer momento”,

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